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Mostrando las entradas de junio, 2010

Parentesco corporal y parentesco espiritual

8. Los lazos de la sangre no establecen necesariamente los lazos entre los espíritus. El cuerpo procede del cuerpo, pero el espíritu no procede del espíritu, porque éste existía antes de la formación del cuerpo; el padre no es el que crea el espíritu de su hijo, pues no hace más que darle una envoltura corporal; pero debe procurar su desarrollo intelectual y moral para hacerlo progresar. Los espíritus que se encarnan en una misma familia, sobre todo entre próximos parientes, muchas veces son espíritus simpáticos unidos por relaciones anteriores, que se manifiestan por su afecto durante la vida terrestre; pero puede suceder también que estos espíritus sean completamente extraños unos de otros, divididos por antipatías igualmente anteriores, y que igualmente se traducen por su antagonismo en la tierra para servirles de prueba. Los verdaderos lazos de la familia no son, pues, los de la consanguinidad, sino los de la simpatía y de la comunión de pensamientos que unen a lo